Las bicicletas que se utilizan para jugar no tienen marchas, son de piñón fijo. Tampoco tienen frenos y el manillar es más alto de lo normal, de modo que se convierte más en un mando de control que en un volante. El sillín no está colocado en el centro del ciclo, sino casi sobre la rueda de atrás, facilitando la agilidad en los movimientos de los jugadores.
Aunque en España no es tan conocido, es muy popular en países como Japón o Alemania.
Le veo muchos aspectos positivos a este juego deportivo, como el hecho de no perder la esencia del deporte en equipo esto hace que favorezca al desarrollo de la sociabilidad, también la importancia de la obediencia, al acatar las reglas que manda tu entrenador o capitán. Por otro lado, se trabaja la propiocepción y el equilibrio al mantenerte en una bicicleta.
Los aspectos negativos no son muchos, pero creo que el continuo pedaleo y de los movimientos podría causar lesiones en el psoas, ya que estás constantemente acortando dicha musculatura. Las caídas podrían ser peligrosas dependiendo de la velocidad a la que vaya, pero no creo que cause tantos problemas.
En conclusión, me ha parecido un deporte bastante original, siempre he estado a favor de los deportes en equipo, debido a los beneficios que presenta a nivel personal, creo que debería ser más reconocido, así que, si te gusta el fútbol y las bicicletas, este podría ser tu deporte.
Artículo elaborado por Diego Barrera Cordero
Alumno de la promoción 2018-2020
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