La actividad física se reconoce hoy en día como una herramienta básica de la salud. Es necesario realizar actividad física adecuada, alimentarnos de forma equilibrada y estar bien hidratados.
Según la OMS es importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio.Es recomendable beber 500 ml dos horas antes del ejercicio, entre 100-150 ml cada 15-20 minutos durante el ejercicio, y 500 ml después del ejercicio. Además la sed es un síntoma tardío de deshidratación en nuestro organismo. No hay que esperar a tener sed, porque esta no aparece hasta que se ha perdido un 1 ó 2% del agua corporal, es decir cuando ya estamos deshidratados y el rendimiento ha comenzado a disminuir.
La práctica del ejercicio conlleva un aumento de sudor y por lo tanto, un incremento de la necesidad de agua en nuestro organismo. Es evidente que al igual que se genera las recomendaciones dietéticas basadas en la variedad, calidad y equilibrio de los alimentos que ingerimos, también será necesario vigilar la cantidad y calidad de lo que bebemos.
¿Sabías que?... Más de un 60% de nuestro organismo está compuesto por agua y que al realizar cualquier actividad física se pierde parte de ésta a través del sudor, por ello, es muy importante beber agua antes, durante y después de la práctica de deporte.
No debemos olvidar que las necesidades hídricas pueden variar en cada individuo de acuerdo con diversos factores como: la edad, el sexo, la intensidad y duración de las posibles actividades físicas que realicemos, las altas temperaturas y la humedad ambiental, el tipo de ropa y la tasa de sudor individual de cada persona. Todos estos factores condicionan la cantidad de agua que deberíamos beber diariamente, hasta el punto de llegar a incrementar entre dos y seis veces las necesidades hídricas diarias de nuestro organismo.
Cuando no se repone el líquido perdido durante el desarrollo de una actividad física o deporte se llega a un estado de deshidratación que puede desembocar en efectos secundarios que repercuten, no sólo en la disminución del rendimiento físico sino tener graves consecuencias para nuestra salud, como el golpe de calor.
Por tanto, mantener unos hábitos y pautas de hidratación adecuados, juegan un importante papel en el desarrollo de cualquier actividad física o deportiva, nos ayuda a :
• Facilitar el transporte de nutrientes, vitaminas y minerales por el organismo.
• Activar las enzimas esenciales para suministrar la energía que necesita el cuerpo.
• Favorecer la eliminación de impurezas y toxinas del organismo.
• Lubricar y proporciona soporte estructural a los tejidos y articulaciones.
En conclusión según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), mantenerse hidratados es una de las claves para el éxito deportivo, especialmente en eventos de larga duración. Con un 2 a 3% de pérdida de peso por transpiración se puede perder hasta un 20% del rendimiento deportivo, es por esto que resulta de primordial importancia mantenernos hidratados durante la actividad física .
Articulo redactado por Jade Louise Cowan, alumna de la promoción 2020-2022.
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