¡Si tu cuerpo está sano y fuerte, tu mente también!
Yoga significa unión. Es la unión de mente, cuerpo y alma en la búsqueda del samadhi, la felicidad. Vivimos en una sociedad caótica, no sabemos respirar, nuestros pensamientos están descontrolados, acumulamos dinero, poder, amistades, sin alimentar nada con eso. El yoga nos enseña a volver a nuestra esencia, a ser niños, a vivir con lo que realmente necesitamos y a disfrutarlo ahora, a agradecer, a observarnos, a amar de verdad, a eliminar y desapegarnos de lo que no necesitamos. El objetivo del yoga es la liberación de las ataduras del alma con la materia. Busca la unión del alma con la materia, la unión del hombre con Dios.
En principio entendemos como yoga el hacer posturas de flexibilidad. Pero las posturas, que en yoga llamamos asanas, son solo uno de los ochos pasos o ramas del yoga. Las asanas, son los ejercicios físicos que mantienen nuestro cuerpo fuerte y flexible, si tu cuerpo está sano y fuerte tu mente también podrá serlo.
Su filosofía se basa en dos textos escritos en sánscrito , el Bhagavad Gita, texto relevante de la cultura hindú y los Yoga sutras, del maestro Patanjali que recopilan todo el conocimiento existente sobre el yoga moderno. El Bhagavad Gita distingue 4 tipos de Yoga:
Raja Yoga, relacionado con las posturas corporales, el control de la respiración y la meditación popularizado en la actualidad en forma de Hatha Yoga. Bhakti Yoga o yoga de la devoción.
Karma Yoga o yoga del trabajo desinteresado. Jnana Yoga o yoga del conocimiento y de la sabiduría.
Esta modalidad de control postural nos ofrece una cantidad de beneficios increíbles:
Aumenta el equilibrio, mejora la salud cardiovascular, disminuye la inflamación, mejora la diabetes y el síndrome metabólico, fortalece el suelo pélvico, refuerza el sistema inmune, retrasa el envejecimiento, reduce el estrés y la ansiedad, mejora la concentración, alivia la depresión, previene y alivia los dolores de espalda y musculares, previene enfermedades.
Hay tipos de yoga para todos: bebés, embarazadas, niños, para jóvenes, para mayores, para personas con alguna lesión, para los que quieren relajarse, para los que quieren trabajar la flexibilidad, la fuerza, el equilibrio, para los que quieren sudar y quemar calorías, o incluso desnudo. Te puede llamar la atención el yoga por cualquiera de estas razones, con la práctica constante, te vas dando cuenta de que el objetivo de todos ellos es el mismo, conseguir alcanzar el estado de Samadhi.
Nuestra experiencia
Gracias a la profesora Maesa junto a Goreti (maestra de yoga) tuvimos la oportunidad de poder realizar un combo de clases de yoga. En las que el objetivo era experimentar y aprender, para así mismo en el futuro poder emplearlo o simplemente aplicarlo en nuestro día a día, siendo el propósito de Maesa que podamos usarlo como herramienta en un futuro.
La verdad que las actividades wellness son una modalidad bastante interesante por el hecho que aprendes cosas que jamás pensaste que serían necesarias en tu vida o a lo mejor no le diste esa importancia que en realidad necesitaba. El yoga trae tantos beneficios que a lo largo del tiempo, nos dimos cuenta que nos enseña a adoptar nuevas posturas, nuevas costumbres, nuevos hobbies mucho más saludables que los que teníamos anteriormente.
En una de las tantas maravillosas clases que tuvimos junto a las profesoras, llegamos a realizar Acroyoga. El Acroyoga consiste en realizar asanas (posturas) con otra persona. A lo que quiero llegar es que, ese tipo de yoga conlleva tener una gran confianza en la otra persona para que no salga mal, no pienses que te va a dejar caer o no va a salir.
Y junto a ellas, ese día en clase todo el grupo en parejas (a veces con ayuda de compañeros) realizamos varias asanas y la mayoría sin dudar en ningún momento de la otra persona. Claramente hubo momentos en los que nos daba miedo pero al final salía y era muy bonito. Fue aquí dónde nos dimos cuenta que tenemos un nivel de confianza entre el grupo bastante bueno, capaz si no hubiésemos realizado esta actividad tan divertida y complicada no habríamos podido tener consciencia de que la teníamos.
Añado que realizar la serie completa de Ashtanga sin tanta fatiga como al principio, hacerlo fluido fue lo mejor al final de las tantas clases vistas. Siempre hacíamos por partes para poder obtener fuerza y fluidez poco a poco. Y al hacerlo completo concentrados, técnica mejorada y vernos metidos en el papel, fue un logro más.
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